FECHA DE HOY

miércoles, 4 de abril de 2007

NACHITO. ©

Desde hace 35 años, veo la vida pasar, aquí con este movimiento incontrolable, éste estremecer de mi cuerpo que no me deja, la vida transcurre, y yo, aquí, en esta silla de ruedas, que se a convertido en mi silente compañera. Ignacio Pereira Armarás es mi nombre, sin embargo, aunque tengo un cuerpo y pensamientos de adulto, todos, los cercanos y los que no lo son me llaman Nachito, como si mi vida estuviera condenada a ser un niño eterno.
Desde hace más de 15 años vivo con mamá, papá se canso de todo, según las palabras de mamá y formó otra familia, mis hermanos, Hugo, Gonzalo y Luis, ahora viven con las propias, vienen ocasionalmente el fin de semana a ver a mamá y de paso me regalan una caricia y a veces una sonrisa, mamá trabaja en la farmacia, entre sus pacientes y sus negocios a penas si le queda tiempo para atenderme, por las mañanas me asea, me da el desayuno y Ana la muchacha que le ayuda me da de comer y a veces de merendar. Yo aquí, viendo gente entrar y salir de la farmacia, me divierte ver los niños, que juegan, que saltan, que se llenan de alegría con una pelota, como los hijos menores de papá que se divierten en grande, cuando me llevan a pasear los domingos con ellos, su esposa, una señora poco cálida conmigo, bueno, que más puedo pedir, si no soy su hijo. Como recuerdo esos días tan felices de mi vida, en la Escuela Especial, ahí por lo menos , todos los días me llevaban, con mis amigos y maestros, aprendí a leer, ahora leo cuando alguien tiene el atino de proporcionarme un libro o una revista y pasarme las hojas, yo no puedo , ni siquiera voltear la hoja para seguir leyendo, me gusta leer, pues a través de la lectura mi mente vuela, se llena de historias, se llena de aventuras, me llena el alma , me llena la ilusión, la televisión , no , no ha sido mi gran pasión, sin embargo a últimas fechas es una buena amiga, es una buena compañera.
Gentes van, gentes vienen, los días pasan, los coches también pasan, los modelos cambian, mis hermanos se casaron, ahora empiezan a tener hijos, mi madre entregada a su profesión de médico, mi padre feliz con sus dos nuevos hijos, todo cambia, y yo veo la vida pasar, en esta silla de ruedas, con un movimiento incontrolable en todo mi cuerpo.

Autor: Mtro. Juan Luna Delgado. ©

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